La bodega familiar Don Balbino se enfrentaba a una renovación completa de su imagen, para volver a salir al mercado con vinos propios tras décadas dedicándose a la venta de granel.
Hicimos un restyling del logotipo para actualizarlo sin salir a una estética excesivamente moderna, procurando conservar el carácter de la marca anterior, así como su escudo, que simplificamos pero quisimos seguir conservando.
Las etiquetas de Puentegrijos y Don Balbino blanco conservan los mismos tonos, para unificar la marca, y distribuyen también en sus diseños sellos corporativos para reforzar la presencia de Don Balbino.
En cuanto a la web, se trata de una página corporativa, con la historia sobre la familia y fotografías ilustrativas, además de tienda para la venta de los vinos de la bodega.