Necesitaba su propio espacio, y diferenciarse de alguna manera del trabajo de su familia. Para ello, nos pidió ayuda con la realización de una nueva papelería corporativa, cuyo único requisito era uno: apostar todo al granate. Realizamos un diseño limpio y atemporal, con una selección tipográfica que aportase personalidad, y jugamos con el color mediante degradados que producen un efecto óptico de volumen, pero de manera discreta, elegante y seria, pero añadiendo un punto más actual.