Cualquier obra gráfica, ya sea un branding, un packaging, una web o un producto editorial, busca identificar tanto gráficamente como en valores la ética de su marca, y que sea distingible de la competencia y la elegida entre los consumidores. Es evidente que esto depende también del producto y no solo de la imagen que tenga, pero cuando no se conoce una marca y va a ser elegida por primera vez, el consumidor lo hará por la impresión que su imagen le cause entre otros factores (precio, origen del producto etc).

Los diseñadores gráficos son comunicadores, no buscan solo hacer un envase bonito. ¿Qué te parecen los envases de marcas blanca del supermercado? ¿No crees que su diseño es muy pobre? ¿No crees que con lo grandes que son las cadenas de supermercados tienen que tener buenos diseñadores? ¡Los tienen! Pero un producto de marca blanca no busca ser bonito ni excesivamente llamativo, sino acompañar con imagen lo que el producto te cuenta como principal objetivo para que lo compres: que su precio es el más bajo. El diseño gráfico está ligado fuertemente al marketing.